Veranos cálidos, pieles castigadas… ¡Aloe vera!

En verano pasamos más tiempo al aire libre y con la piel más expuesta. Es la estación en la que nuestra piel sufre más: sol, cloro, salitre, calor… Esto le pasa factura. ¿Cómo podemos darle un respiro? ¡Con aloe vera!
 
Uno de los mejores aliados que nos ofrece la naturaleza es la planta del aloe vera. Hablar de aloe vera es hacerlo de 250 variedades, aunque son pocas las que tienen características medicinales que podamos aprovechar.
Sus beneficios son conocidos desde hace siglos. Los egipcios la empleaban en los embalsamamientos y los científicos griegos la consideraban un remedio universal. Por algo la llamaron “planta de la inmortalidad”. Fueron los árabes quienes introdujeron esta planta en Europa a través de España, pero hasta el siglo XX no se generalizó su uso para el cuidado de la piel.
 
¿Qué beneficios aporta el aloe vera al cuidado de la piel?
Una de las principales ventajas de esta planta es que puede emplearse en todo tipo de pieles: sus propiedades hidratantes, regeneradoras y calmantes la convierten en un producto adecuado incluso para pieles sensibles.

• Su alto contenido en vitaminas, aminoácidos, polisacáridos… le permiten hidratar en profundidad. Impide la pérdida de humedad natural y neutraliza la sequedad de la piel.
• Otra de sus conocidas aplicaciones es como remedio tras sufrir quemaduras, irritaciones… Alivia y ayuda a restablecer el equilibrio natural de la piel después del afeitado y la depilación y calma el escozor que causan las quemaduras superficiales como las provocadas por el sol. Por algo se emplea como after sun.
• Sus propiedades no terminan ahí. Su contenido en alantoína le aporta una capacidad extraordinaria para reparar la piel y restaurar los tejidos dañados.
• Es un antiséptico natural que puede aplicarse en heridas no abiertas ya que alivia el dolor, reduce la inflamación y favorece la cicatrización.
• Otra de sus indicaciones, quizá menos conocida que las anteriores, es su capacidad antioxidante y antiedad. La primera le permite neutralizar los radicales libres; la segunda se consigue por la capacidad de estimular la producción de colágeno y elastina. El resultado es que consigue retrasar la aparición de arrugas en el rostro.
• El aloe vera posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que lo hacen ideal para aquellas pieles con tendencia acneica. Calma la piel afectada por el acné y previene los futuros brotes. Su capacidad regeneradora ayuda a mejorar el estado de las cicatrices y marcas de acné.
• Por su contenido en vitaminas C y E, es capaz de aclarar las manchas que aparecen a causa de las exposiciones solares o la edad.

Para que un cosmético con aloe vera aproveche todos estos beneficios debe seguir una serie de requisitos:

1. Alta concentración del activo. Una concentración de un 80%, o incluso algo mayor, es idónea.
2. Menor porcentaje de alcohol. El alcohol irrita la piel. Si queremos aprovechar la acción calmante del aloe vera no podemos incorporar altas cantidades de alcohol.

Durante todo el año, pero especialmente en verano, no puede faltar en el neceser un producto que contenga aloe vera. Sus múltiples beneficios lo convierten en uno de los activos más versátiles que se emplean en cosmética.