La piel en tiempos de confinamiento: dermatitis seborreica

La piel en tiempos de confinamiento: dermatitis seborreica
Parabotica
Escrito por: Parabotica
El: 29/05/2020
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Aunque empezamos a salir de casa y a rehacer, poco a poco, una vida más o menos normal, nuestra realidad sigue siendo extraña. Además del confinamiento, de la imposibilidad de salir de casa durante tanto tiempo, muchas personas han sufrido un fuerte impacto económico y laboral: pérdida de ingresos, reducción de salario, despidos… Esta anormalidad, cuando se prolonga en el tiempo, puede causar ansiedad, estrés o agravar problemas de salud, entre ellos también afecciones cutáneas.

En anteriores artículos hemos visto cómo el confinamiento puede empeorar dolencias como la psoriasis o la atopía. ¿Qué ocurre con la dermatitis seborreica? ¿Cómo podemos cuidar este tipo de pieles durante el confinamiento?
 
Dermatitis seborreica
Hablamos de una afección inflamatoria, que suele producirse por una excesiva producción de grasa e infección por Pityrosporum ovale. Lo que produce un enrojecimiento, picor, escamas gruesas y seborrea en el cuero cabelludo, la cara o el oído.

Hay dos períodos vitales donde es más probable sufrir este problema: en los bebés, durante la lactancia como costra láctea [MJM1] y en adultos a partir de los 40 años. Curiosamente, es ligeramente más frecuente en los hombres que en las mujeres.
 
Cómo afecta el confinamiento a la dermatitis seborreica
En la infancia la dermatitis seborreica tiende a desaparecer en pocos años. Sin embargo, en la edad adulta fluctúan las etapas de mejoría y empeoramiento en función de varios factores: exceso de alcohol o café, cosméticos inadecuados, trastornos neurológicos y psiquiátricos, un sistema inmunitario debilitado, el estrés…

Precisamente el estrés causado por el confinamiento puede provocar la aparición de episodios de brotes agudos más intensos. ¿A qué se debe? Al tener más estrés fabricamos más grasa, ésta es metabolizada por Pityrosporum ovale, que crea ácidos grasos libres y glicerina. Los ácidos grasos libres son más irritantes por lo que pueden provocar una pequeña inflamación y con ello enrojecimiento y picor.

Tanto los ácidos grasos como la glicerina son sustancias untuosas lo que provoca esa sensación grasa, que junto a la descamación genera la aparición de costras. Por ello no es extraño que en el confinamiento hayas pasado por uno o varios brotes y no hayas entendido porqué. La respuesta está en el estrés, la alteración de la vida normal y la falta de aire fresco.
 
¿Qué podemos hacer? Lo primero y más importante, es consultar con nuestro dermatólogo. Además de seguir con nuestro tratamiento habitual, lo más probable es que nos aconseje seguir medidas saludables, como practicar deporte al aire libre, seguir una alimentación sana.

Debemos reforzar el tratamiento habitual con dermocosméticos formulados específicamente para este tipo de pieles. En general, debemos elegir dermocosméticos oil-free con activos que seborregulen (zinc sulfato, niacinamida), controlen la proliferación de P. Ovale (piroctona olamine) y que hidraten para mantener la piel sana y suave. Estos productos deben incluir activos queratolíticos (ácido salicílico, papaína) que eliminen las escamas de la piel y activos calmantes (polidocanol, dextrano, ramnosa) que minimicen el enrojecimiento y el picor
Pondría dos casos, en el caso de productos como emulsiones, que podamos usar en rostros rostro, pecho y espalda. Y productos para el cuero cabelludo
 
Es muy importante elegir productos capaces de mantener una limpieza correcta de la piel y de cuidarla al mismo tiempo. Para ello elegiremos espumas purificantes que eliminen las impurezas y contrarresten el exceso de sebo. Lo ideal es que no contengan Tensoactivos suaves, que limpien y aporten sensación de frescor sin irritar ni resecar la piel. Si, además, incorporan los activos antes mencionados para complementar la acción de los productos de cuidado, mucho mejor.

Si sufrimos dermatitis seborreica en el cuero cabelludo, elegiremos un champú dermatológico que ayude a eliminar el exceso de escamas, a prevenir su aparición y a calmar el picor de la zona. Se puede alternar su uso con otro tipo de productos de limpieza o usarlo diariamente cuando las molestias sean más acentuadas.
 
La hidratación también es clave. En este caso, nos decantaremos por un producto que sea oil-free, de rápida absorción y matificante.
Evitaremos cosméticos que aumenten el nivel de grasas en la piel.
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