¿Cuáles son los antioxidantes más eficaces?

Los clientes de una farmacia cada vez están mejor informados. La labor del farmacéutico ha sido esencial para lograrlo y es, además, uno de los valores que ayudan a que la farmacia se convierta en un punto no solo de venta, sino también de información, consejo y prescripción.

Cuando un paciente acude a una oficina de farmacia espera encontrar productos de calidad y seguridad contrastadas, pero también espera recibir un trato personalizado y llegar a casa con aquellos productos que van a solucionar sus necesidades particulares.

Ese aumento de la información sobre los problemas de la piel y la mayor concienciación para tratar de solucionarlos cubre muchas categorías. Una de las más asentadas es la de antioxidantes. Hace unos años parecía utópico que el gran público fuera consciente de los perjuicios que los radiales libres causan sobre la piel. El simple hecho de que supiera qué son, ya parecía improbable. Hoy, gracias a campañas de concienciación, la labor de los medios especializados y, sobre todo, del consejo farmacéutico, esta cuestión salud ha calado entre los pacientes.

¿Qué papel puede ejercer el farmacéutico con quienes desean encontrar una solución? La información es la base de todo proceso de venta. Conocer cuáles son los activos antioxidantes más potentes y eficaces es el primer paso.
El cuerpo humano se ha dotado de sistemas defensivos naturales para neutralizar el daño ocasionado por los radicales libres. Pero a veces, estas defensas endógenas no son suficientes. Necesitamos, por tanto, aportar un extra de forma exógena, tanto con una alimentación equilibrada como de forma tópica con productos dermocosméticos, que deben estar formulados con ingredientes activos antioxidantes.
 
¿Cuáles son los antioxidantes más reconocidos?
Uno de los antioxidantes clásicos empleados en dermatología y en cosmética de forma habitual es la vitamina C. Los dermocosméticos de última generación han logrado solucionar una de las pegas de este activo: su rápida oxidación. Al recurrir a moléculas de vitamina C estables y seguras, no solo aprovechamos todos los beneficios de la vitamina C, sino que evitamos su degradación. Para ello, se presenta tanto encapsulada como estabilizada. Si añadimos los beneficios de la vitamina C libre, obtendremos un cóctel antioxidante basado en la vitamina C realmente eficaz.
La vitamina C combate los radicales libres y, además, aporta luminosidad a la piel, unifica su tono y difumina las manchas. La luz en la piel se consigue con una buena superficie cutánea y una buena irrigación sanguínea, por lo que combinar la vitamina C con activos como el Ginkgo biloba, reconocido antioxidante y vasoconstrictor que facilita la circulación, potencia ese aumento de la luminosidad.
La vitamina C es uno de los activos más empleados en tratamientos flash por la inmediatez de sus efectos y por la cantidad de luz que es capaz de aportar a la piel.

Otros antioxidantes eficaces:

• La tecnología Blue Light Protection protege de los efectos de la luz azul y oxigena la piel.
• Los aceites de la pepita de la uva contienen ácidos como el oleico y el linoleico que retienen la humedad en el estrato córneo y además son antioxidantes.
• El extracto de acerola, es fuente de vitamina C y también contiene acido málico.
• El etilferulato es un antioxidante que también posee propiedades descongestivas y antimicrobianas.

La lista de los antioxidantes más potentes se completa con el ácido lipoico, superóxido dismutasa, glutatión… Pero el aspecto que hay que tener en cuenta siempre es la importancia de combinarlos adecuadamente. Sus beneficios por separado se multiplican cuando se combinan.

Fotoprotectores antioxidantes
Uno de los últimos avances en este terreno son los solares con antioxidantes. Además de protegernos de las radiaciones UVA/UVB e IR, los más novedosos también tienen propiedades antioxidantes. Estos nuevos fotoprotectores se formulan con activos como la carnosina (protector del ADN frente a la radiación infrarroja); coenzima Q10 (antioxidante y antiarrugas) y vitaminas C y E (antirradicales libres que actúan como filtro biológico). Suponen un paso más allá de la protección solar que conocíamos hasta ahora.

Para aprovechar todo el potencial de los antioxidantes te recomendamos la lectura de otro artículo, donde damos unos consejos prácticos de aplicación al final del texto.