Consigue una adecuada higiene e hidratación de las manos en dos pasos

Las manos son una vía de entrada de microorganismos. Con ellas tocamos y manipulamos casi cualquier objeto o persona con la que interactuamos. Eso supone que sean la parte del cuerpo más expuesta a captar virus, bacterias y otros agentes patógenos.

Si de forma instintiva nos tocamos la cara, la boca, los ojos o cualquier mucosa del cuerpo con las manos sucias, estaremos multiplicando las posibilidades de infección. ¿Qué podemos hacer para evitar este riesgo?

Como no podemos vivir aislados del resto del mundo indefinidamente, ni es razonable llevar guantes, una forma de reducir ese riesgo es adoptar una higiene adecuada. La protección y la prevención son cruciales para mantener un buen estado de salud.
 
Higiene de las manos
Lavarse las manos es el primer paso, que no el único, para mantener una correcta higiene. Desde Parabotica aconsejamos seguir esta rutina:

1. Mójate las manos con agua limpia, tibia o fría. Contrariamente a lo que mucha gente piensa, el agua caliente no elimina las bacterias. Es más, puede irritar la piel. La temperatura ideal del agua debe ser de entre 20 y 35°C.
2. Aplica el jabón hasta hacer espuma. Es recomendable que sea syndet (con tensoactivos suaves). Frota las manos vigorosamente durante al menos 20 segundos. No dejes ninguna superficie: las palmas, el dorso de las manos, las muñecas, los espacios entre los dedos y debajo de las uñas.
3. Enjuágate bien hasta que notes que las manos ya no estén resbaladizas. Para cerrar el grifo, evita hacerlo con las manos, ya que tocaste ese mismo grifo con las manos sucias.
4. Sécate las manos con papel o una toalla limpia y seca.

La alternativa a lavarnos las manos con jabón cada vez más empleada: usar un desinfectante a base de alcohol.
Su comodidad radica en que no necesita agua, por lo que puede aplicarse en cualquier momento y circunstancia. No necesitamos tener un baño cerca… Lo importante es asegurarnos de que el producto contenga al menos un 60% de alcohol.

¿Cómo aplicar un gel hidroalcohólico?

1. Aplica una cantidad de gel hasta cubrir las palmas de las manos, aunque el fabricante suele indicar la cantidad adecuada.
2. Frota el gel sobre toda la superficie de tus manos hasta que se evapore por completo.
3. Al contener un alto porcentaje de alcohol, se absorbe casi inmediatamente, por lo que no es necesario secar las manos con toalla, papel, etc.

Los mejores geles hidroalochólicos suelen incorporar activos calmantes como el aloe vera y el pantenol para compensar la acción secante del alcohol. Pero a veces, no es suficiente. Si necesitamos lavarnos o desinfectarnos las manos de forma periódica, la piel sufrirá y se resecará, sobre todo quienes tengan alteraciones cutáneas que cursen con sequedad.

Una piel más seca de lo habitual también puede ser un foco de problemas. Así que debemos complementar la acción desinfectante del gel hidroalcohólico con una crema de manos que rehidrate y nutra la piel, ya que durante la limpieza arrastramos lípidos que componen la barrera cutánea y que protegen la piel. No olvidemos que la piel, el mayor órgano del cuerpo humano, cumple una función esencial como protector del organismo frente a agentes externos. Su limpieza es esencial, pero su buen estado es clave para la salud.

Lavarse las manos permite prevenir contagios y enfermedades. Es un hábito que debe jugar un papel importante en la protección de tu salud, pero no debemos descuidar la hidratación y regeneración de la piel de esta zona tan expuesta, ya que al intentar evitar unos problemas podríamos provocar otros.

¿Qué activos debería tener una crema de manos?
Una buena crema de manos debe ser capaz de hidratar, calmar, suavizar, regenerar y proteger las manos secas, sobre todo aquellas ásperas, enrojecidas y rugosas.
El aloe vera, la avena sativa, la urea, la alantoína y la glicerina son algunos de los principios activos más recomendables. Su acción permitirá que la piel recupere su salud y buen aspecto.

No olvidemos aplicar correctamente una crema de manos: una pequeña cantidad solo en el dorso de la mano, ni en las palmas de las manos, ni debajo de las uñas, ni entre los dedos.

También la podemos usar como mascarilla o como tratamiento intensivo por la noche aplicando una capa más gruesa.