La hidratación, el secreto de una piel sana

La hidratación, el secreto de una piel sana
Parabotica
Escrito por: Parabotica
El: 27/08/2019
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La hidratación es clave en la salud de la piel, es el paso que nunca puede faltar en cualquier rutina de cuidado.

¿Sabías que la principal causa de tener un aspecto apagado es la deshidratación?
Todos sabemos que hay que beber entre 1 y 2 litros de agua al día, llevar una buena alimentación y usar cremas hidratantes, pero muchas veces la pereza y desconocer los beneficios de una buena hidratación para la piel hace que nos olvidemos de todo.

Y sí, las pieles grasas también necesitan hidratarse. ¿Qué sucede cuando la piel no se hidrata adecuadamente? Pues que, para compensar la falta de agua, produce más grasa. Cuando la piel está bien hidratada, se forma una capa protectora contra las agresiones externas como el sol, el viento, el frío o la contaminación que reduce la necesidad de producir más sebo para cumplir con la importante función protectora.

Pero… ¿cuáles son los beneficios de tener una piel hidratada?
  • Piel más fuerte. Una buena hidratación hace que los niveles de agua de la piel estén equilibrados y que la barrera protectora sea más fuerte y flexible, lo que lleva a que zonas más delicadas y finas del cuerpo, como el rostro, estén protegidas de agentes externos como el clima, la contaminación o el maquillaje.
  • Adiós a las arrugas. La piel deshidratada es uno de las causas principales del envejecimiento prematuro. Al debilitarse la piel, se seca y pierde colágeno, lo que acelera el proceso de envejecimiento.
  • Piel más bella. La deshidratación debilita la piel y la hace más sensible a las imperfecciones. Hidrátate y devuélvele a tu piel su brillo natural.
  • Previene la sequedad. En verano el sol es uno de los mayores enemigos para la piel, y en otoño e invierno lo son el frío y el aire seco. Lo mejor que puedes hacer es nutrir tu piel intensamente con la crema hidratante idónea para cada época del año y según tus necesidades. 

Activos hidratantes
A la hora de elegir los productos que nos ayuden a hidratar la piel de nuestro cuerpo, debemos fijarnos en sus necesidades. No recurriremos a los mismos activos si nuestra piel es normal o sensible, por ejemplo, o si sufrimos alguna patología como la psoriasis, dermatitis atópica etc.

La urea es uno de los activos más hidratantes. Además de hidratar, mantiene la flexibilidad y suavidad de la piel. Por ello se recurre a ella habitualmente para formular dermocosméticos hidratantes.

Las pieles sensibles, irritables o reactivas piden activos menos potentes que la urea, como por ejemplo el extracto de avena, especialmente indicado para este tipo de pieles. El extracto de avena hidrata, nutre y repara el manto hidrolipídico de la piel. Los productos formulados con extracto de avena, calman la piel y logran un bienestar inmediato tras su aplicación.

El ácido hialurónico es un componente natural de la piel capaz de retener hasta 1.000 veces su peso en agua. A medida que envejecemos disminuye la cantidad de este componente en nuestro cuerpo, por lo que es crucial aportarlo de forma externa.
Además de hidratar, el ácido hialurónico tiene los siguientes beneficios:
  • ANTIOXIDANTE: combate radicales libres y protege del daño de los rayos UV
  • RENOVACIÓN CELULAR: refuerza la función barrera de la epidermis
  • EFECTO RELLENO ANTIARRUGAS 
El aceite de jojoba se obtiene de las semillas de la planta de jojoba. Este producto natural posee grandes cantidades de ceramidas, capaces de hidratar en profundidad la piel.  Crea una barrera protectora frente a los desequilibrios en el pH de la piel, principales responsables de la pérdida de humedad.

La cosmética emplea la cola de caballo (Equisetum arvense) por su alto contenido en minerales capaces de mantener el grado de hidratación de la piel. La cola de caballo está especialmente indicada en pieles secas y sensibles.

La glicerina es un clásico en cosmética. Es un hidratante, emoliente y protector. Capta varias veces su propio peso en agua, al igual que el ácido hialurónico. Cuando actúa en el estrato córneo consigue hidratar y proteger la piel.

Hidratar nuestra piel es el primer paso para tener una piel saludable. Elegir el producto formulado con los activos más indicados para nuestro tipo de piel, es la clave. Está en manos del farmacéutico recomendar a los clientes una rutina personalizada que incluya los productos dermocosméticos más idóneos para sus necesidades.
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