La piel en tiempos de confinamiento: deporte al aire libre

La piel en tiempos de confinamiento: deporte al aire libre
Parabotica
Escrito por: Parabotica
El: 13/05/2020
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Poco a poco nos desperezamos de este letargo que ya dura demasiado. Poco a poco empezamos a ver la luz al final del túnel… y el sol en nuestro rostro. Poder salir a pasear y practicar deporte nos da la vida. ¡Por fin respiramos!
 
Sin embargo debemos ser conscientes de que tanto tiempo ‘a la sombra’ exige que seamos precavidos cuando salgamos de casa, sobre todo teniendo en cuenta el buen tiempo que reina. Además de los ejercicios de calentamiento y preparación antes de salir a correr, debemos tomar una serie de medidas para proteger nuestra piel del sol cuando salgamos a practicar deporte al aire libre.

Nuestra piel ahora mismo seguramente esté más pálida de lo normal a estas alturas del año, por lo que debemos ‘acostumbrarla’ al sol progresivamente.
Como ya sabemos, la radiación solar puede dañar nuestra piel de forma grave. En primavera y verano el sol nos castiga de forma más severa. Para prevenir el fotoenvejecimiento, pero sobre todo para proteger la piel después de haber estado tantos días sin recibir una mínima dosis de sol, tenemos que recurrir a la fotoprotección.

El objetivo es protegernos tanto de la radiación UV (UVA, UVB y UVC) como de las IR, VIS y HEV. Es decir, de la radiación ultravioleta, la infrarroja (la que desprende calor) y la luz visible, en particular de la luz azul. La radiación ultravioleta y la infrarroja son las responsables, en parte, de quemaduras, alergias, manchas, del envejecimiento prematuro e incluso de daños en el ADN de las células de la piel.
Pero, ¡ojo! No todos los fotoprotectores sirven para todo el mundo. Hay que buscar el más adecuado para cada situación y cada tipo de piel. De ahí el importante papel que juega el farmacéutico como prescriptor. Su consejo es esencial.  

Los fotoprotectores faciales serían suficiente si solo se sale a dar un paseo o hacer deporte suave. Lo aplicaríamos en el rostro, cuello, escote y brazos. Un factor de protección (SPF) 30 es el mínimo que aplicaremos, aunque lo ideal es SPF50. Si vamos a correr, necesitamos que el fotoprotector sea fluido, se absorba rápido. Para ello, hay algunos formulados específicamente en formato Aquafluido, ideales para deportistas.

Los más avanzados contienen filtros solares UVB, UVA, VIS e IR junto a activos antioxidantes como la vitamina C y la coenzima Q10 que ayudan a prevenir los efectos de los radicales libres en la piel.
  • Si nuestra piel tiende a mancharse, el fotoprotector que elijamos debe contener activos despigmentantes (ácido kójico vectorizado y melanin-W), antioxidantes como la vitamina C encapsulada que penetren a capas profundas de la piel e hidratantes (ácido hialurónico).
  • Piel seca y sensible con tendencia a enrojecerse: recurriremos a un fotoprotector con activos que calmen los signos característicos de este tipo de pieles (rusco, microplata y dextrano).
  • Piel muy sensible y bebés: fotoprotector formulado con filtros minerales acompañados de activos calmantes (bisabolol) y descongestionantes (glicirretínico).
  • En el caso que optemos por un 2x1, los fotoprotectores antiedad son una buena opción. Y, por lo tanto, también hay que adaptarlos a nuestro tipo de piel. Los hay con o sin color y para pieles mixtas o secas en formato crema o emulsión. Elige el más adecuado para tu tipo de piel. 
Los fotoprotectores siempre deben aplicarse al final de la rutina diaria, como último paso. Previamente se debe aplicar el contorno de ojos, un sérum y nuestra crema facial diaria. Recordad que en la salida del confinamiento la piel está más sensible debido a que no ha tenido contacto tan a menudo con los factores externos.

Para quienes practican deporte y visten de corto (algo bastante habitual a estas alturas del año) es muy aconsejable aplicarse un fotoprotector corporal. Las zonas más expuestas suelen ser -además del rostro, cuello, escote y nuca- los brazos y las piernas. Es importante proteger nuestras extremidades expuestas al sol porque también pueden acusar el impacto de la radiación. Y como en breve podremos bañarnos, resultará esencial salir de casa tanto con el fotoprotector facial como el corporal. No emplees uno para todo, usa un fotoprotector específico para el rostro y otro para el resto del cuerpo.

En resumen: a la hora de elegir un fotoprotector es básico que esté formulado con activos y filtros que nos protejan de las radiaciones solares y se adapta a las necesidades de nuestra piel. Si, además, tiene una textura agradable, de fácil aplicación y rápida absorción, mucho mejor, sobre todo si vamos a practicar deporte al aire libre.
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